01.01.2012 - Mensajes de María Santísima y de San José

 Mensaje de María Santísima:


“- Amados hijos Míos, Yo Soy la MADRE DE DIOS, Soy THEOTOKOS, vuestra Madre.

En el comienzo de este nuevo año que se inicia, Yo vengo a deciros que SOY LA MADRE DEL NUEVO TIEMPO, del Nuevo Tiempo de Gracia que Dios os concede con el despuntar de este nuevo año.

Soy la Madre del Nuevo Tiempo de Gracia y por eso os llamo a una profunda Conversión, a un profundo cambio de vida y a verdaderamente reformular toda vuestra vida de acuerdo con la Voluntad de Dios, con Su Ley de Amor, con Mis Mensajes para que vuestra vida sea cada vez más una señal del Amor de DIOS y de Mi Amor en el mundo, en medio de los hombres y que vosotros seáis Luz en medio de tantas tinieblas que ahora descienden sobre la humanidad.

Soy la Madre del Nuevo Tiempo de Gracia y es por eso os llamo a todos a un urgente regreso a DIOS. Yo vine a llamar al mundo a la Conversión por última vez, después que estas Mis Apariciones Aquí en Jacareí terminaren no volveré nunca más a este mundo.

Por eso Mis hijos, esta es la última chance que DIOS y Yo les damos a toda la humanidad y a cada uno de ustedes, no tiréis fuera vuestra Salvación, no juguéis con una cosa tan seria como esta de Este Tiempo de Gracias que DIOS os dio mientras duran Mis Apariciones Aquí.

Mientras estoy Aquí dando Mis Mensajes al mundo entero y también a vosotros puedo ayudaros a convertiros, a salvaros, puedo cercaros a DIOS, puedo cada vez más llevaros hasta DIOS. Tiempo vendrá en que Mis Apariciones cesarán y entonces aquellos que gritaren por Mí llamándoMe, a esos Yo no podré más ayudar, por ellos Yo no podré hacer más nada porque el Tiempo de la Misericordia y de la Clemencia ya habrá pasado. Sabed por lo tanto, reconocer el Tiempo de Mi Visitación y haced como Santa Isabel, Zacarías y el pequeño Juan Bautista hicieron, sabed exultar de alegrías en DIOS por Mi Presencia Aquí, sabed escuchar la Palabra que os digo, sabed reconocer a Jesús, sabed reconocer al Señor que traigo Conmigo en Mis Apariciones para daros, para hacer reinar en vosotros y en vuestra vida.

AcogedLo! AceptadLo! AmadLo! SeguidLo! Escuchad Mi Voz Materna que os manda abrir de par en par las todas las puertas de vuestros corazones para Cristo. Así, verdaderamente valorizaréis la Gracia de Mi Aparición y Presencia Aquí y verdaderamente Me daréis aquello que Yo vine del Cielo a buscar Aquí y que hace 20 años no Me canso de pediros: AMOR! Amor verdadero, Amor sobrenatural, Amor profundo en pura transformación por DIOS y por Mí, por la Salvación de las almas y también por vosotros mismos. Salvad vuestras almas rezando, haciendo penitencia, divulgando Mis Mensajes, pues ayudándoMe a Salvar las almas de los otros predestinaréis vuestras propias almas al Cielo, a la Salvación.

Mis hijos, Soy la Madre del Nuevo Tiempo de Gracia que el Señor os dio con este Nuevo Año y por eso quiero proseguir con vosotros en vuestra Conversión, quiero proseguir el proceso de vuestra santificación llevándoos cada vez más alto, cada vez más cerca del Señor siempre para que os volváis más Santos y más idénticos a Mi Hijo Jesús y a Mí. Para eso, os pido una mayor docilidad, una mayor confianza, una mayor entrega en Mis Manos, una mayor renuncia de sí mismo y del mundo de manera que vosotros podáis ser instrumentos dóciles en Mis Manos para que Yo realice en vosotros Mis Planes de Salvación de la humanidad.

Soy la Madre del Nuevo Tiempo de Gracia que el Señor os concedió y es por eso que este año voy a derramar sobre vosotros como nunca las Gracias Eficaces de Mi Corazón Inmaculado. Y si vosotros cooperareis con Mi Gracia, si vosotros ayudareis a Mi Gracia haré en vosotros verdaderamente cosas extraordinarias.

En estos tiempos de la gran apostasía, de la gran tribulación en que las tinieblas del pecado, de la maldad, de la falta de Fe, de la pérdida de la Fe, de la apostasía terminaron por recubrir el mundo entero e incluso la Iglesia que aunque sea la Única Verdadera, el Único Camino de Salvación, la Iglesia Católica, esta Mi hija está desfigurada, la Iglesia está recubierta de llagas, porque muchos de sus pastores y de sus fieles ya no rezan más, no tienen la Verdadera Fe, asimilaron los errores del mundo que ahora son enseñados y propagados como verdad, como bien.

En estos tiempos en que todo se desmorona y se acaba Yo vengo para llamaros a ser Mis hijos fieles a ser Mis buenos obreros, Mis buenos trabajadores que Conmigo reedifican la Santa Iglesia, defienden la Santa Fe Católica, salvan las almas de Mis hijos y conducen a todos ellos para el Refugio seguro de Mi Corazón Inmaculado antes que oscurezca y termine de caer la noche de la gran tribulación. Por eso, Yo os envío Mis hijos, no a las comodidades del mundo, sino a la lucha, a los trabajos, a la pelea por la Salvación de las almas que Yo tanto Amo y costaron toda la Sangre de Mi Hijo Jesús. Para que así, ayudándoMe a Salvar estas almas tan preciosas Yo pueda adelantar en el mundo la Hora Gloriosa y Milagrosa del TRIUNFO DE MI CORAZÓN INMACULADO.

Confianza Mis hijos en Este Nuevo Tiempo de Gracia, en este nuevo año que DIOS os da, porque vuestra Madre ya tiene todo planeado y trazado, ya tiene Su Plan Victorioso, exitoso, completamente trazado por Ella y por la Santísima Trinidad en sus mínimos detalles.

No perdáis la Esperanza, no perdáis el ánimo y la confianza, seguid en Paz porque la Madre del Cielo sabe hasta cuántos cabellos vosotros tenéis, sabe cuántas veces vuestro corazón late y no permitirá que el enemigo prevalezca sobre vosotros. Por eso Mis hijitos, seguid adelante porque Yo estoy con vosotros junto con Jesús y con José como Mi Hijo os prometió hasta la consumación del mundo Y FINALMENTE MI CORAZÓN INMACULADO TRIUNFARÁ, porque en Mi INMACULADA CONCEPCIÓN, en Mi SI Yo ya vencí el mundo, Yo vencí a satanás.
A todos en este momento Bendigo generosamente, de FÁTIMA, de KERIZINEN y de JACAREÍ.
Quedad en la Paz del Señor. La Paz Marcos, el más esforzado de Mis hijos.”

Mensaje de San José:

“- Amados hijos Míos, Mi AMANTÍSIMO CORAZÓN os Bendice hoy en este nuevo año que nace y os da la Paz. No temáis! Mi Amantísimo Corazón está con vosotros, Él es vuestro Escudo, Él es vuestro Refugio y en este Refugio vosotros seréis protegidos y defendidos de todo mal.
Así como Yo no fallé en el cuidado con el NIÑO JESÚS y con la VIRGEN INMACULADA, los dos mayores Tesoros del Padre, Yo también no fallaré con vosotros, que sois la Raza Bendita del Cordero de DIOS y de la Mujer Vestida de Sol.
Os guardaré, os protegeré y defenderé siempre! Y hoy vengo a llamaros a crecer más en el amor, en la confianza y en la docilidad para Conmigo, de manera que Mi Llama de Amor descienda y triunfe poderosamente en vosotros.

MI LLAMA DE AMOR DEBE DESCENDER Y TRIUNFAR EN VOSOTROS, en este nuevo año que nace y es por eso que vosotros debéis volveros ahora con todo vuestro amor hacia Mi Corazón Paternal, porque este Mi Corazón quiere derramar sobre vosotros Sus Llamas de Amor, abrasándoos cada vez más de amor por el Señor y haciéndoos crecer en las Virtudes y en la Santidad. Para eso, quiero vuestro si total sin reservas a Mi llamado de Amor hoy, de manera que Yo pueda encender hoy Mi Llama para transformaros en antorchas luminosas que claree este mundo envuelto en tantas tinieblas de pecado, maldad, apostasía y odio.

Mi Llama de Amor debe descender sobre vuestros corazones y triunfar en vosotros y por eso Yo quiero que intensifiquéis vuestras Oraciones pidiendo cada vez más la efusión de Mi LLAMA DE AMOR que preparará el Segundo Pentecostés que está cada día más cerca de vosotros.
CUANDO LA LLAMA DE AMOR DE MI AMANTÍSIMO CORAZÓN FUERE CONOCIDA Y PROPAGADA ENTONCES EL SEGUNDO PENTECOSTÉS, LA SEGUNDA DESCENDIDA DEL ESPÍRITU SANTO OCURRIRÁ PODEROSAMENTE EN EL MUNDO ENTERO HACIENDO QUE TODAS LAS ALMAS RESUCITEN PARA LA GRACIA DE DIOS, QUE LOS DESIERTOS SE TRANSFORMEN EN JARDINES FLORIDOS Y BELLOS Y ASÍ EL MUNDO TODO PUEDA CONOCER UNA ERA NUEVA, UN TIEMPO NUEVO DE PAZ, DE SANTIDAD Y DE AMOR!

Mi Llama de Amor debe descender y triunfar en vosotros y es por eso que os pido que imitéis el Amor que los Santos tenían por Mí, especialmente Mi hija TERESA D´AVILA, ANDRÉ BESSTTE y tantos otros hijos Míos que Me amaron con tanta fuerza e intensidad. De manera que por medio de vosotros Yo también pueda realizar cosas admirables, pueda convertir muchos pecadores y hacer resplandecer en el mudo cada vez más la Gloria que la Santísima Trinidad Me dio, para que así los pecadores no tengan miedo de acercarse al Señor por medio de Mí, porque Soy Padre amoroso, misericordioso y dulce y en Mí nada hay de terrible, ni de severo, Amo los pecadores y deseo levantarlos del lodazal de pecados en que se encuentran caídos, para eso extiendo Mis Manos mil veces si fuere necesario cada día al pecador que Me invoque, que Me llame con confianza y que a Mi se entregue completamente pidiéndoMe que lo ayude a Convertirse, a regresar al Señor. 
Mi Corazón jamás rechazará, jamás dirá que no a aquel que Me pide: Mi padre Amadísimo José sálvame! Al pecador que Me invoque incluso que sus pecados sean más oscuros que la noche, se Me invoca con confianza y amor Yo no lo rechazaré, no lo abandonaré, sino lo tomaré en Mis brazos como hacía con el Niño Dios y ahí entonces lo cargaré nuevamente para la Casa del Padre, lo Reconciliaré con el Señor y con la Virgen Santa, lo limpiaré, curaré sus llagas abiertas por sus pecados y le daré una nueva belleza y una Nueva Vida en Dios.
Mi AMANTÍSIMO CORAZÓN va a derramar copiosamente Su LLAMA DE AMOR sobre vosotros, tanto cuánto vosotros Me abriereis el corazón y Me diereis acceso a vuestro corazón. Por eso dilatadlo, abridlo ampliamente para Mí y en este año derramaré tanto sobre vosotros Mi LLAMA DE AMOR que vosotros os fundiréis con DIOS como los metales se funden en el fuego.
Yo deseo llevaros a una Santidad extrema, por eso quiero vuestro si, os abro la puerta de Mi AMANTÍSIMO CORAZÓN que es y será siempre vuestro Refugio. Entrad en él y Yo os guardaré, os nutriré, enseñaré y conduciré cada vez más al CORAZÓN DE JESÚS.

A todos, en este momento Bendigo generosamente de Belén, de Nazaret y de Jacareí.

La Paz Mis hijos amadísimos, quedad en la Paz del Señor, Yo os cubro con Mi Manto.”